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Arte
Colectivo
Mientras la "fiebre del oro" en la Web toca a su fin y los grupos
mediáticos luchan por controlar el flujo de la información que circula
por la Red, el destino del Ciberespacio sigue depositado en las
mismas manos que hace una década: las de los internautas. La Red
de los portales no ha matado a la Red de las comunidades virtuales.
Los pobladores
del ciberespacio se reúnen en redes peer-to-peer encriptadas, a
prueba de censura. Los universos digitales paralelos son gobernados
consensualmente por sus miles de visitantes, y los net.artistas
construyen metaherramientas de creación que entregan a los internautas,
para que éstos generen sus propias obras. Como en una inmensa colmena,
los quinientos millones de navegantes que hay en todo el mundo trabajan
colectivamente para desechar el ruido y preservar la información
de valor. De este esfuerzo, y con esta materia, surge el arte del
futuro. Desde los universos de los videojuegos en Red habitados
por miles de pobladores repartidos por todo el mundo, hasta la nueva
economía de la información practicada en las redes peer-to-peer.
Del filtrado colaborativo de datos, base de proyectos tan cruciales
en Internet como Google o Slashdot, hasta los numerosos proyectos
de computación distribuida que han seguido la estela de seti@home.
¿Qué influencia tienen estos fenómenos y tecnologías sobre el desarrollo
de nuevas formas de expresión en la red de redes? Los críticos de
arte electrónico Roberta Bosco y Stephano Caldana presentarán su
proyecto Digital Jam: Arte Colectivo Online, un recorrido por las
obras de arte de construcción comunitaria en Internet, realizado
especialmente para Art Futura 2001. Una sesión con la participación
de los net.artistas Bernd Holzhausen (Icon Town), Hannes Niepold
(Cointel), y Ricardo Iglesias. Icontown demuestra como un proyecto
en Internet puede tener una evolución continua a lo largo de cuatro
años. En esta ciudad formada por edificios pixelados realizados
por miles de internautas, hay rascacielos y casas unifamiliares,
igloos y cabañas, iglesias de varias confesiones y edificios públicos,
y cada uno de ellos lleva el nombre de su propietario y su página
web. Todos pueden utilizar gratuitamente este banco de iconos aunque,
tratándose de un proyecto donationware, se invita a contribuir en
forma de dinero o trabajo con una organización de ayuda a los sin
hogar. Icontown es una ciudad virtual siempre en evolución, participativa,
multirracial, multicultural y también solidaria. Cointel es un net
comic no lineal en constante crecimiento, cuyo nombre está formado
por 'co' de comic, cósmico y cooperativo e 'intel' de inteligencia.
La
última viñeta de las diferentes historias que se van desarrollando
siempre está vacía. El usuario puede llenarla, pero antes de ser
añadida a la historia, pasará junto con las últimas aportaciones
por la votación de los internautas para ver cuál de ellas formará
parte del proyecto de forma permanente. Los trabajos descartados
no son eliminados, sino que se convierten en recorridos narrativos
alternativos que encauzan la historia hacia otros derroteros, creando
una estructura narrativa democrática que evoluciona ramificándose
en diferentes direcciones.
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